martes, 14 de enero de 2025

EL DÉCIMO ARTE

 En esta oportunidad, me permitiré brindar un aporte para reconocer a la cocina como una expresión artística, como lo son las llamadas “bellas artes”. Las siete reconocidas desde siempre (por darle un calificativo), arquitectura, escultura, pintura, literatura, música, danza y por último, el denominado “séptimo arte”, el cine.

A éstas, deben añadirse, por mérito propio, la fotografía y el arte digital.

¿Cuál sería entonces el “décimo arte”?

A diferencia de otras ramas del análisis universal, creo no hay para la cocina, una institución que vigile, norme, reconozca y haga reconocer universalmente, qué es lo que debe considerarse “cocina” como arte. Por ejemplo, en el caso de las “Siete Maravillas Modernas”, se ha dado por aceptada la distinción de la organización “New7Wonders Foundation” la que ha indicado cuáles son los siete sitios que todos debemos reconocer como maravillosos y, ningún otro.

En el caso de las artes, no lo hay. El reconocimiento de las siete primeras bellas artes, surgió más bien como una consecuencia de coincidencias de pensamientos académicos, investigativos, de invención, etc. (Europa, siglos XVII, en adelante. Siglo XIX en el caso del cine).

Si fuese así, ¿qué expresión artística debe ocupar el puesto diez?

Es éste el momento en el que propongo estacionemos nuestros pensamientos y preguntémonos si es el “arte culinario” el que merece este privilegio, antes que otras expresiones “neo artísticas” de dudosa aceptación universal.

Analicemos check list a la mano.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE TENER UN CONCEPTO PARA CONSIDERARSE “ARTE”?

Creatividad: cada país, cada región, tienen platos emblemáticos cuya primera imaginación y hechura fueron dados tiempo atrás. En el Perú, los hay, incluso los que, su origen no está sólidamente documentado, pues fueron creados en un momento tal y un lugar en el que, teniendo a la mano los ingredientes, han sido hechos una y otra vez, hasta obtener un nombre y una receta propia.

Luego hoy, los hay tantos nuevos platos que concluyen en un lugar común: “la cocina de autor”.

Check.



Estética: una de las formas que mejor manifiestan la presencia de la estética en la cocina, es la expresión popular “la comida entra primero, por los ojos.

No es bueno decir “nunca” (o “siempre”) cuando no se tiene certeza de algo. Pero coloquialmente diré que nunca he visto un plato mal servido, mal presentado. Al contrario, siempre agradable a la vista, incluso cuando es simple (como el delicioso “huevo frito con arroz). Bien presentado, mueve el espíritu y abre el apetito.

Check.

Cultura: me circunscribiré a la comida latinoamericana. Cada país y dentro de cada uno de ellos, sus regiones, ciudades, localidades, etc. cuentan con su propia culinaria, distinguida del resto. La comida los identifica.

Solo hablando del estrato “país” todos diferenciamos la comida peruana de la mexicana, la brasileña de la argentina, la colombiana de la cubana. Reconocemos las diferencias que hacen de cada una, singular, única, inimitable. Tienen sus platos emblemáticos que sintetizan en ellos, historia, tradición, desarrollo, identificación étnica, etc., es decir, cultura.

Hay otras bellas artes que hacen lo mismo, la danza y la música, por ejemplo. Junto a ellas, la cocina está sin duda en el primer peldaño de la identificación cultural.

Check.

Emoción: uno queda emocionado cuando está frente a un Picasso, extasiado si escucha a Beethoven, ensimismado ante un Miguel Ángel. Pues de alguna u otra manera, el arte mueve sentimientos, trae recuerdos, evoca experiencias. Despierta al espíritu positivista que todos tenemos dentro.

Hay una escena maravillosa en la película Ratatouille (2007) en la que el crítico Anton Ego prueba el primer bocado del plato que le sirven en el restaurante de Gusteau, precisamente un Ratatouille. Su mente se traslada a cuando él era un niño y prueba el mismo plato preparado por su madre.  

Es el mismo sentimiento que nos provoca obras de arte como las que menciono líneas antes. Reitero, obras de arte de la pintura, música, escultura, y de todas las expresiones artísticas reconocidas universalmente.

Check.

CRÍTICA EN CONTRA

No falta quien dice que la cocina no es una expresión artística. Su sustento está en lo supuestamente efímero que resulta ser. Apenas termina de comer, la obra simplemente ya no existe, dicen.

Nada más simplista.

Un Lomo Saltado, no es un plato, sino todos aquellos platos hechos diariamente por cocineros dedicados, artistas, que en cada presentación quieren (y logran) elaborar nuevamente este plato, entregando en él, toda su dedicación artística, incluso sin definirlo así.

El hecho que se repitan varias veces no da cabida a negar su autenticidad. Es como decir que una bella canción, es arte solo la primera vez que se la escucha.

MI APORTE

Viene mi aporte, que abona a la propuesta que, la cocina, es el arte más inclusivo.

Hablemos en primera y segunda persona.

Yo, soy el cocinero que prepara un plato para brindártelo y tú puedas disfrutar de él. Lo hago con dedicación, siguiendo una línea de acción, cálculo y ajuste de tiempos, uso de ingredientes no solo en su esencia sino en cantidad, medición de temperaturas, etc.

Luego paso a preparar la presentación o “emplatar”. Lo hago de la mejor forma, de la más agradable a la vista.

En todo este proceso, he puesto mi experiencia, sapiencia, tiempo y cariño, para brindarte lo mejor de mi arte.

Te lo muestro.

Tú lo ves y quedas inevitablemente impactado.

Procedes a disfrutarlo.

Todas las emociones derivadas del éxtasis de los sentidos: vista, olfato, gusto, emergen en ti y magnifican tu espíritu.

Estás recibiendo lo que te he entregado a través de un plato de comida. De una obra artística a la que le he dedicado un pequeño tiempo de mi vida.

¿Hay algo más inclusivo que esto?

“Ars omnibus communis", (el arte es común a todos).

La cocina lo es.



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