miércoles, 18 de mayo de 2022

Carapulcra ¡para repetir el plato!

Se dice que es uno de los platos más antiguos de nuestra cultura culinaria. Debe serlo, pues es una verdadera delicia, a la altura de nuestros más emblemáticos representantes platos peruanos.

En Arequipa no es muy conocida, poco preparada, por lo que no concebía a la deliciosa carapulcra, sino hasta que estuve en Lima (ya adulto).



Cuando lo probé por primera vez, su presentación me pareció bastante extraña. Un plato hecho en base a papa seca, triturada y luego remojada. ¡Cuánto trabajo!, dije.

Pero una vez probada y aprobada, la carapulcra es ahora uno de mis platos criollos preferidos, y de toda la familia. Cuando se prepara en casa, no hay vez que no digamos todos: “repetición, por favor”.

Entendí que en realidad es fácil de hacer. Hay en internet muchas recetas, unas más complejas que otras. La mía, la que ahora les comparto, como siempre lo digo en este blog, NO ES LA RECETA. Es así como yo lo preparo.

De hecho, los que saben prepararla, encontrarán algunas diferencias. No obstante, insisto – como siempre – prepárenla de esta manera y… luego me cuentan.

Por ejemplos, i) se usa carne de pollo y de cerdo. Esta vez, usaremos solo pollo. Luego, ii) convencidos que es uno de los platos más antiguos, deduzco que originalmente no se usaba chocolate en su preparación. Lo digo pues hay muchas recetas que incluyen al chocolate. Yo me niego a usarlo. Mas bien, creo que en su evolución, debió usarse algún ingrediente dulzón, que le da característica al sabor final. Entonces, unas rosquitas dulces, molidas, es la solución perfecta en la receta, iii) solo uso ají panca (el coloradito), no ají amarillo, iv) papa amarilla, no de otro tipo, lo explico luego.

Bueno, con estos ejemplos, hago además demostración de uno de los consejos del blog: HAZLO SIMPLE, HAZLO RICO.

INGREDIENTES (para unas seis porciones):

·         500 gramos de papa amarilla seca. En el mercado pídela como “para carapulcra”.

·       1.5 kg. de muslitos de pollo. La primera parte de las alitas.

·         Aceite

·        Ají panca preparado (licuado o molido), ocho a diez cucharadas. Dependerá de tu gusto. A más ají, más coloradito será el plato final

·         Una cucharada de ajos también molidos.

·         50 gramos de maní tostado y molido.

·         200 gramos de rosquitas dulces (las encuentras en tu mercado o en la tienda de la esquina).

·         Clavos de olor, cuatro o cinco unidades.

·         Canela, una ramita simpática (más o menos gruesa).

·         Media copa de vino seco.

Or Aceite, un buen chorro.

O  Orégano y sal  al gusto.

·        PREPARACIÓN

Lo primero, es tostar la papa seca. Usas una sartén o tu olla “tostadora” y procedes a tostarla moviendo continuamente, a fin de que doren y no se quemen.

Una vez hecho esto, las pones en un recipiente, agregas agua y lo dejas remojando entre dos o tres horas. Si fuese una papa diferente a la amarilla, requerirían más tiempo remojando. Por esto y también por su sabor, creo que la papa amarilla es mejor para la carapulcra.

Segundo, preparas los muslitos quitándole toda la grasa y parte de la piel. Les echas un poco de sal y pimienta y los dejas reposar. 

En una olla lo suficientemente grande, hechas aceite y pones los muslitos para que empiecen a dorarse e inmediatamente añades el ají, ajos y remueves bien, hasta que este aderezo quede cremoso. Añades el maní molido y el orégano y a seguir removiendo.

Luego, agregas la papa (colada del agua restante, donde estuvo remojando) y haces lo mismo, mover y mover hasta que todo se haya integrado.

Agregas agua hasta cubrir todo y un poco más. Añades los clavos de olor, la canela y la sal que tienes reservados.

Y dejas que avance su cocción, moviendo y moviendo… moviendo y moviendo.

Debes tener a la mano, agua hervida y caliente. Es preferible ir graduando y agregando la cantidad de agua que la carapulcra necesite, en lugar de haberle echado mucha para que luego te salga “aguada”.

Cuando creas que ya está por terminar su cocción (lo sabrás al probarlo y las papitas estén “al dente”) añades las rosquitas y el vino… Y adivina qué más… a seguir moviendo y moviendo.

Y listo. A dejarlo reposar unos veinte minutos (secreto de Nancy, mi esposita. Para ella, no hay plato bueno, si no lo has dejado reposar).

PRESENTACIÓN

Romper un poco los esquemas no está mal.

La tradición purísima (chinchana, me refiero) manda se sirva con otro plato típico: la “sopa seca”. No obstante, la más común, es con su porción de arroz recién graneadito, más su yuquita sancochada.

Como tú prefieras.

Yo, prefiero servirlo solo, pero pongo al centro de la mesa, una generosa porción de arroz, yuquitas e incluso pan.

Cada comensal escogerá el de su preferencia… o tal vez un poco de cada uno.

Pero lo que sí ocurrirá, es que te han de pedir ¡¡¡REPETICIÓN¡¡¡

No hay comentarios.:

Publicar un comentario