sábado, 6 de septiembre de 2025

¿MUNDIAL DE DESAYUNOS?

Este artículo de opinión lo escribo en plena efervescencia del denominado "Mundial de Desayunos". Vale la aclaración.

Algunos de mis contactos en redes sociales, me hicieron saber que debemos participar en un concurso gastronómico denominado “Mundial de Desayunos”, en el que está participando el Perú con su emblemático “Pan con Chicharrón”, acompañado de su rico tamal y su buen café.



La participación, dicen, debe hacerse por etapas eliminatorias, votando en Internet por uno de dos desayunos, cada uno originario de un país, que compite con el desayuno supuestamente igual de representativo, de otro país. El voto se hace por las páginas del creador de este singular concurso, Ibai Llanos, en Instagram, Tik Tok y Youtube.

El desayuno con mayor cantidad de votos, gana.

¿Es auditable?, no lo sé. No pienso investigarlo.

Luego, caigo en cuenta que no solo algunos de mis contactos están interesados, sino, además,  el concurso y su avance,  viene siendo publicado en los medios de comunicación hablados, escritos, visuales. Hasta probables candidatos a las próximas elecciones 2026 hablan al respecto. El Comercio, RPP, incluso Infobae lo reportan.

Unos dan a conocer cómo votar. Otros cómo va la votación. Otros, expresan opinión al respecto. La mayoría, disque ocho millones de peruanos, hoy, ya votaron.

Y tú ¿Qué esperas?”, me preguntan.

Allí comienza mi extrañeza y vergüenza ajena.

Pienso que, en este concurso, NO gana el desayuno más rico, el mejor balanceado, el que es más aceptado fuera del país al que representa, el que es más accesible económicamente o el que mejor contribuye a la nutrición. Gana el que más votos electrónicos recibe.

En realidad, opino que el único que gana es el tal Ibai, creador de contenidos español, que, a decir de El Comercio, en su publicación “Cuántos millones de visitas ha logrado Ibai Llanos con el Mundial de desayunos”  debe haber monetizado ya US$231 mil y aumentando. Mientras más visualizaciones y votaciones se hagan en este concurso, más aumentará la cifra.

¿Es ético esto?

Invocar a sentimientos y motivaciones populares (nacionalismo, en este caso) que nada tienen que ver con que, si un desayuno es más rico que otro, me parece que no lo es.

Si, como me piden mis contactos debo votar por cuál desayuno es mejor, tendría que probar los que están en concurso y en base a criterios culinarios, de buen gusto a mi vista, olfato, paladar, presentación, salubridad o los criterios que describo líneas arriba, elegiría y  recién emitiría opinión, procurando no distorsionar mi percepción con prejuicios o argumentos nacionalistas, como es el caso.

Añado, si voy a elegir y decidir por una de varias opciones, deberé analizarlas todas antes de decidir. Solo así habría objetividad.

Me pregunto si los 2.3 millones de venezolanos que han votado en su momento por su “arepa” han probado y gustado la “salteña” boliviana o si los 3.2 millones de chilenos, que han hecho lo propio, probaron nuestro pan con chicharrón.

Éste, se trata mas bien un concurso de esos que debieran sincerarse y preguntar  “Qué país vota electrónicamente más por esto o por aquello” (como aquel que buscaba la bandera más bonita del mundo). Si es así, el país que tenga mayor cobertura de Internet y su población tenga mayores herramientas de acceso a ello, tendrá mejor oportunidad de ganar.

Finalizo: si quiero ver un ranking de restaurantes, platos o desayunos bien puntuados mundialmente, preferiré recurrir al Taste Atlas, en el que, precisamente el “Pan con Chicharrón” no es el mejor desayuno del mundo. Al menos, no por ahora.

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