A este plato lo llamo así, aunque en su preparación no sigo el rigor de “saltear” las vainitas, es decir, prepararlas en un wok, a fuego fuerte. Frecuentemente lo preparo en una olla alta o cacerola.
Siempre rica y
rendidora, además de económica, la “Vainita Salteada” es un plato de semana que
se prepara fácilmente, con los siguientes ingredientes (para seis porciones):
· Para el aderezo inicial, media cebolla
picada en cubos pequeños, dos o tres dientes de ajos molidos, su majestad: el ají
amarillo igualmente molido (dos unidades), sal por supuesto y un chorrito de
aceite.
· Para el cuerpo principal del
plato, 600 ó 700 gramos de vainitas picadas en trozos largos o "cuadraditos", dos dientes de ajos
picados muy finos (o rallados), perejil cortado y orégano seco. Atún (dos
latas) o si lo prefieres hacerlo con huevo, tres estarán bien.
·
Medio kilo de papas cortadas
para freírlas, rosadas o amarillas. Las que sean de tu preferencia.
Ojo aquí. Procura guardar proporción entre los tamaños de las
vainitas cortadas y las papitas fritas. Unas no deben ser grandes frente a las
otras.
He leído varias
recetas para preparar este plato y lo que noto en común es que le agregan “esto
o aquello”, como mantequilla, mostaza, etc. solo para hacer una diferente
receta. En realidad, cuando preparo este plato, solo requiero lo que acabo de
indicar.
Manos a la obra,
o a las ollas, mejor dicho.
Por un lado, hierven
las vainitas con sal y los ajos picados o rallados, durante algunos minutos, los
suficientes para que las vainitas estén cocidas “al dente”.
Cocidas, las
ponemos en agua fría para detener su cocción y mantener su color verde vivaz.
Por otro lado,
preparamos el aderezo agregando al chorrito de aceite, las cebollas, el ajo separado
y el ají.
Una vez listo,
añadimos las vainitas, sal, perejil y el orégano, y vamos removiendo para que las
vainitas recobren calor y se entre mezclen los sabores. Vamos regulando el
resultado, con más sal, perejil y/u orégano de ser necesario, para finalmente agregarle
el contenido de las latas de atún, con el aceite de éstas incluido.
Si lo estás
haciendo con huevo, éste es el momento de romperlos, añadirlos a la olla y
mover hasta que aparezcan sus colores blanco y amarillo, señal que están cocidos.
Aparte deberás
haber frito las papitas, cortadas en tamaña proporcional.
Emplatado:
Sirvo el "salteado" primero, para agregar las papas fritas encima. Adorna a todo esto,
perejil picado o tiras de ají amarillo o cualquier otro adorno que sea de la
preferencia.
Yo prefiero añadir las papitas fritas en el plato, para que no pierdan su condición crocante. No obstante, hay quienes prefieren añadirlo en la cacerola y mezclar con toda la preparación para que también se contagien del sabor.
Esto último es
cuestión de gustos, solamente, cambiar crocante por sabor.
Una porción de
arroz recién graneadito viene bien, pues la presencia de las papas en este
caso, es más decorativa que parte importante del plato. Es decir, con el arroz,
no estamos añadiendo más carbohidratos al de las papas. Repito, estas últimas son
complemento, no son parte principal del plato.
Delicioso y
rendidor.
Otro si digo:
Es una variante
muy interesante el usar huevos en vez de atún. Si bien se siente algo fuerte el sabor del
atún (pues es algo invasivo), por lo mismo, es muy apetecido. Realza el sabor final.
Lo único que si
subrayo – pues lo he encontrado en algunas recetas – NO usaría ambos
ingredientes. Huevo o atún, nunca los dos. Pues, creo que se hace innecesariamente
más costoso al plato y al final, se confunde al paladar ante una indefinición
de sabores (probablemente sienta más el sabor del atún, por lo que los huevos
ya no son necesarios).
Prepárenlo.
Verán que es fácil, rico y rendidor.
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