El “Arroz con Pato” es de nuestro norte, del norte del Perú, o sea, ¡bien peruano, caballero!
Por lo rico y nutritivo, es ahora uno de los platos emblema de la
gastronomía peruana. Pero, debido a que no siempre es fácil conseguir pato y/o
su precio es alto comparado con el de otras aves, el “Arroz con Pato” no es el
popular, sino más bien, su variante “Arroz con Pollo” al que ahora se le acompaña
su, no menos delicioso, peruanísimo y popular, “Papa a la Huancaína” (cuya
receta también la encuentras en este blog).
Pues bien, entonces pongamos nuestras manos a la obra en un arrocito con pollo, delicioso.
EL POLLO
Prefiero entrepiernas o encuentros. Si son seis porciones, seis piezas de
pollo. Primero: una vez lavadas, le hecho unas gotitas de limón y luego:
después de unos minutos, las embadurno con un poco de sillao y las dejo
reposar.
Luego de un rato, las sofrío, es decir las pongo en una sartén con aceite
previamente calentado, para que se sellen por ambos lados. Una vez doradas, las
retiro y reservo.
EL ADEREZO
Tomo tres ajíes amarillos, los despepito, retiro las venas y los licuo
conjuntamente con tres dientes de ajo, en un chorro de aceite (del que me quedó
al haber dorado las presas de pollo).
Aparte, licuo con una taza de agua, una buena porción de culantro,
incluidas las ramitas (300 grms. o más, dependiendo cuánto sabor quieres lograr
en tu arroz, puede ser moderado, intenso o muy intenso. Mientras más intenso,
más hierbitas)
Los ajíes licuados con los ajitos, los llevo a la olla amplia en la que
hemos de preparar el arroz con pollo y, agregando un poco más de aceite,
removemos a fuego alto, hasta que veamos que ya habría perdido el picante que
hubiese quedado. Agregamos el licuado de culantro, también sal, pimienta y unas
hojitas de orégano seco, trituradas con las manos. Dejamos que rompa el hervor
y añadimos las piezas de pollo para que continúen con su cocción.
POLLITO A LA OLLA
Veinte minutos después de haber añadido los pollos, añadimos tres tazas de
arroz y completamos con tres tazas de agua.
Ojo, pestaña y ceja aquí. Si podemos tener a la mano cerveza negra, es ahora
cuando le agregamos una taza. Si es así, las tazas de agua que
antes dijimos deberían ser tres, serán entonces ahora, solo dos.
En mi preparación le añado, algunas arvejas y pimiento rojo cortado en
cubitos. Esto le dará una visión colorida, al plato final.
EMPLATADO
Listo el pato, perdón el “arroz con pollo”. Retiramos las piezas de
pollo y al arroz (que ahora es verdecito) le agregamos un chorrito, repito,
solo un chorrito de aceite, verificamos el sabor y removemos bien para que se
terminen de integrar los ingredientes, sabores y colores.
Servimos las porciones arroz en cada plato, añadiendo su presa de pollo
encima. Agregamos un poquito de sarsa criolla (cebolla, tomate, ambos, corte
“julianita”, perejil picadito, sal, pimienta, vinagre y aceite).
Ya lo dijimos, el plato así servido está completo. Pero, se acostumbra
acompañarlo con una media porción de “papa a la huancaína”. Aún no sé
firmemente, quién, cuándo ni cómo es que se añade “papa a la huancaína” al
“arroz con pollo”. Pero quién, cuándo y cómo lo hizo, lo hizo muy bien.
Si has de servirlo así, acompañado, mi recomendación es que reduzcas la
porción de arroz de manera que, con la porción de “papa a la huancaína”, se
complete una ración satisfactoria para cada uno de tus comensales.
Así, no aumentas innecesariamente la cantidad de carbohidratos que contienen,
el arroz, la papa y uno de los ingredientes principales de la salsa
“huancaína”.
Hecho así, disfruta tu “arroz con pollo”… y termina tu cervecita negra
mientras lo haces.