Esta vez comentaré acerca del “sánguche”,
el buen “sánguche”, nuestro querido “sánguche”. Nombre que generaliza al
bocadillo que nos ha acompañado siempre, aunque no lo hubiésemos reconocido. Tan
noble como un perro chusco.
Primero: empecemos
comentando el nombre. ¿Sánguche o Sándwich?.
“Sandwich” (sin tilde) debido a
su probable origen en el siglo XVIII, del condado inglés de John Montagu, IV Conde de Sandwich
(1718-1792).
Luego, con tilde debido en
cumplimiento a la regla ortográfica aplicable a toda palabra llana terminada en
“ch”.
Pero de allí a llamarlo ¿“Sánguche”?.
Bueno, se trata – creo – de un americanismo apropiado, que espero se generalice
pronto, pues en estas tierras de nuestro Señor, es más frecuente buscar una
“sanguchería” que una “sandwichería”. Más fácil decir y escribir “sánguches”
que “sándwiches”. Y por último, es en el Perú en donde más se denomina “sánguche”
a lo que en otros países de Latinoamérica se llama “sánduche”, “emparedado”, “torta”,
etc.
Segundo: ¿qué debe tener
este bocadillo para honrarlo con el nombre “Sánguche”? Básicamente pan cortado
horizontalmente en dos y contener entre ambas partes otro alimento diferente al
pan.
Visto así, es probablemente lo
más democrático del universo culinario.
Algunos ejemplos:
· El modesto “sánguche de camote frito”, popular
en los tiempos económicamente difíciles.
· El “de mantequilla”, tan fácil como untar un
poco de mantequilla en uno de los lados del pan. Vamos subiendo y le agregamos
a este último, mermelada del sabor de nuestra preferencia…
· El de palta (una delicia).
· El de “pollo deshilachado”,
· El triple, etc.
… ¡el cielo es el límite!... basta
tener pan y algo que ponerle adentro.
Tercero: el Tridente
Sanguchero.
Como algunos saben, hace algún
tiempo atrás teníamos a nuestro cargo la “Sanguchería Mercaderes – en Lima”. En
base a esa experiencia, me permito comentarles tres sánguches de mi preferencia.
De salchicha arequipeña
Pues si… de “salchicha
arequipeña”.
Para los que no son arequipeños o
no conocen Arequipa, denominar así a un tipo de salchicha puede parecerles otro
“regionalismo arequipeño”.
Como sea, no siendo mi intención
el analizar su origen, solo diré que, en la Ciudad Blanca, cuna de excelente
cocina, la tienda “La Alemana” es la responsable de su primera popularidad.
De tamaño pequeño y color blanco
(comparada con las que normalmente vemos en los mostradores de las
supremercados) debe ser cocida en abundante agua con sal y hierva buena. Quince
minutos más o menos (depende de la cantidad que hagas) y notarás que su cocción
está completa, apenas veas que la piel de alguna de las salchichas pretende
romperse.
El pan a usarse debe ser el tipo
“francés”, grande y crocante. Cuatro salchichas dentro del pan, adornadas con
líneas suaves de mostaza y … listo.
Ahora bien, sería pretencioso
mostrar una receta para hacer la salchicha. Solo tómese en cuenta que en Lima,
hay bastantes proveedores de salchicha arequipeña, así que no siendo difícil de
conseguirla, no nos privemos de disfrutar de un delicioso clásico arequipeño.
Algo así como un partido de
futbol entre el Melgar y el Huracán (tú me entiendes).
De hamburguesa casera
Con humildad, he de decir que no
pretendo comparar “mi hamburguesa” con cualquiera de las ofertadas en el
mercado culinario actual.
Son tantas, tan variadas, y de
tan buenos sabores, que la mía puede pasar desmerecida de reconocimiento.
La que ahora les presento, cae
muy bien en la categoría “casera”, así que ¡allá vamos!
Ciento veinte o ciento cincuenta
gramos de carne de res, molida, estará bien para una hamburguesa. ¿Cuál debe
ser el corte de carne vacuna, apropiado?, debe ser un corte con grasa blanca, en
una proporción de 20% adicional. Es decir, por ejemplo, por cada kilo de carne
pura, aumentar 200 grms. de grasa blanca.
Puede parecer inapropiado, pero
una hamburguesa con sólo carne magra, no saldrá jugosa ni sabrosa. Debe contener
su parte de “grasita”, con mayor razón si la hemos de preparar a la parrilla.
Nuestra corte de preferencia (de
Pablo, mi hijo, y mía) es de Asado de Tira. Es un corte cuyo sabor intenso,
aportará bastante al producto final.
En un tazón metálico, mesclamos
bien la carne molida (grasa incluida) con muy poca cantidad de sal. Repito, muy
poca. De hecho, Pablo no le hecha nada. Te explico luego.
Añado algo de pimienta y perejil
picadito.
Les doy forma y listo.
En cuanto a la forma, es redonda
(claro), pero lo más plana que se pueda, pues al momento de prepararla, tiende
a hincharse, formándose una “bolita” que no queda bien dentro del pan.
Pueden prepararse al instante o
guardarlas. Si se guardan refrigeradas, caerá muy bien el no haberle agregado
sal, pues la sal la deshidrataría (primera razón por la que le echamos muy poco
en la mezcla).
Les diré como las preparo en
sartén. Primero, la sartén debe estar caliente para luego echarle un chorrito
de aceite. Igualmente esperamos que el aceite se caliente y añadimos la
hamburguesa. Recién agregamos sal, de preferencia granulada o si es de Maras,
Cusco, mucho mejor (segunda razón por la que le echamos muy poco en la mezcla).
Seguimos los pasos recomendados
para una carne a la parrilla (puedes ver en este blog “Carne a la parrilla,
solo sal”), es decir esperar a que selle bien de un lado para luego voltearla
solo una vez, bajando el fuego a medio o bajo. Añade más sal, ahora, en este
otro lado y mientras cose, ojo, no pincharla, no hacerle cortes ni apretarla
con la espátula, tanto que sus jugos comiencen a salir.
Finalmente, esperar según tu
gusto: término medio, tres cuartos o bien cocida.
¿Qué pan debemos usar con nuestra
hamburguesa? Si entras a internet para investigar el pan adecuado, terminarás
desanimándote debido a la cantidad de propuesta de panes, cada una más
“sofisticada” que la otra, tantos, que luego no los has de encontrar con
facilidad en panaderías o supermercados.
Aunque en los supermercados hay
una variedad simple como suficiente. Recordemos que estamos haciendo nuestra
“hamburguesa casera”, no la “Burger gourmet de Masterchef”. Con que sepas que
debe ser pan tipo “brioche” o “para hamburguesa”, bastará.
Si gustas, al pan, antes de
servir, lo untas con algo de mantequilla, lo sofríes y quedará… ¡de lujo!.
Una hoja de lechuga, rodajas de
tomate que acompañen a tu hamburguesa dentro del pan, la salsa de tu
preferencia y listo.
Un sánguche clásico, de moda, y
sobre todo riquísimo.
De chicharrón
Criollazo como el Zambo Cavero y
popular como la “U” o “Alianza Lima”. El sánguche de chicharrón vive en el
corazón de los peruanos.
No me atreveré a escribirles una
receta para preparar el chicharrón, pero si estuviera en la situación de no
conseguir uno ya preparado, iría don de mi casero Javier y le pediría Panceta
de Cerdo, en lo posible, sin hueso y de cortes anchos, sin piel, pero con grasa.
Las presas las hago cocer en agua suficiente que las tape. Añado sal,
unas rodajitas de hierva buena y luego a fuego lento… vuelta y vuelta, hasta
que el agua haya reducido casi toda. Lo ideal es que quede en la olla, solo la
grasa derretida, la que las presas han ido soltando. Es en ésta en las que las
presas han de dorarse.
En todo caso, si vemos que la
grasa derretida es insuficiente, añadimos un poco de aceite y nuevamente, vuelta
y vuelta hasta que todas estén doraditas por todos sus lados.
El pan a usarse debe ser también,
del tipo “francés”, grande y crocante. Unos cien o ciento veinte gramos de
rodajas del chicarrón que hemos preparado, una porción de camote anaranjado,
frito, más una pequeña porción de encebollado o salsa criolla.
Cómelo por las mañanas, como
parte de uno de tus desayunos. Acompañado con una generosa taza de café popular
(americano por decirlo de otra manera) y comprenderás por que el Perú es un
país maravilloso.
Una salvedad. No todos los
sánguches de chicharrón llevan camote frito. De hecho, en Arequipa, se estila
no agregarle. En Lima, en cambio, es inaceptable que no venga acompañado del “dulce
camotito”.
Hay gloriosas sangucherías que
hacen destacar a su sánguche de chicharrón, El Chinito, La Lucha, Kio,
Chicharrones del Inca, El Farolito, Chicharrones Don Lucho, etc. Visita una,
toda vez que puedas.
Bueno, hasta aquí nuestras
preferencias “sangucheras”. Disfruta de este tridente, luego me cuentas.