Pocos días son aquellos en los que no tomo mi tacita de café, ni bien termino mi desayuno, mientras me pongo al día con las noticias. Recién molido, recién pasado. El tomarlo es para mí, una experiencia grata al paladar, al cuerpo y al espíritu.
Precisamente, leyendo algunos artículos encuentro uno estimulante, el
consumo de café en el Perú ha aumentado a un promedio de 131 tazas al año. Es
decir, +178% respecto al 2017. Aún por debajo de Colombia, 290 y Brasil 661,
pero por encima del global: 75 tazas (Eruomonitor Perú, Cámara Café Cacao,
otras fuentes en Internet).
Añadiendo, la estimación que hace Cafelab (página web CafeLab.pe publicado
el 07 de marzo 2021), es un crecimiento de 26% más para el 2025.
Bien por todos, pues gana el productor, quien encuentra en el mercado
interno, una opción en crecimiento (venido a menos por la pandemia – lo vemos líneas
después). Bien por la cadena de distribución y ventas, que verá una mayor
velocidad en sus procesos. Bien por los pequeños empresarios quienes ven en el
“café” una oportunidad para su emprendimiento de “marcas blancas” y bien por
los consumidores, quienes veremos una variedad de marcas y opciones, unas
mejores que las otras, como resultado de la competitividad.
Cuáles han sido las razones para este crecimiento y expectativa de
crecimiento. Yo apuesto por estas tres:
· La
pandemia: debido a ella, la producción de café ha caído a nivel mundial en - 0.9%
(diario Gestión/Agencia AFP 15/02/21) y el Perú no ha sido ajeno a esta caída.
Entonces, ¿cómo es que el consumo per cápita habría aumentado? Pues los hábitos
de consumo han cambiado. El cierre de cafés y oficinas, ha trasladado a los
consumidores hacia sus hogares, en donde han empezado a ver que consumir un
buen café, no es cosa del otro mundo. Y, siendo que los costos son más bajos
que los precios que deben pagar en una cafetería, pues ya no toman sólo una tasa,
sino otra más (o unas cuantas más).
· La
economía está recuperándose: después de la caída de -11% del PBI en el 2020, de
enero a agosto de este año, ha habido una recuperación de +18.6%.
· Los
Millenials, como grupo generacional, ha ingresado con mayor participación al
mercado económico. Ellos (yo soy Baby Boomer, por eso hablo en tercera persona),
por sus hábitos distinguidos, dan preferencia a lo natural (grano de café
tostado, entero o molido), lo menos procesado (en oposición al café
instantáneo), entre otras preferencias. En línea ello, buscan lo que es de su
mayor agrado, dejando la variable “precio” en un posterior plano.
Repito y me alegro, todo bien.
Bueno pues, mientras escribo esto, usando mi molinillo pequeño, que más
parece un juguete, pero que cumple su función, he molido 20 grms. aprox. de
grano de café tostado de la marca blanca que he comprado días atrás (apoyando
al pequeño y mediano emprendedor). Luego, lo he pasado en mi cafeterita
“italiana”, que también parece otro juguete y así, estoy disfrutando mi taza de
café, rico y calientito. Nunca tibio, menos frío.
Mientras lo disfruto sin hacer nada más que escribir estas líneas, mi
cafecito me hace saber que un nuevo día ha empezado y que las maravillas de la
Creación están a mi disposición. Dios existe y el cafecito mañanero, es
también, una prueba de ello.
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